José Alfredo Jiménez
Por tu amor que tanto quiero y tanto extraño,
que me sirvan una copa y muchas más;
que me sirvan de una vez pa' todo el año,
que me pienso seriamente emborrachar.
Si te cuentan que me vieron muy borracho,
orgullosamente diles que es por ti.
porque yo tendré el valor de no negarlo,
gritaré que por tu amor me estoy matando
y diré que por tus besos me perdí.
Para de hoy en adelante
ya el amor no me interesa;
cantaré por todo el mundo,
mi dolor y mi tristeza,
porque se que de este golpe
yo no voy a levantarme
y aunque yo no lo quisiera,
voy a morirme de amor.
Pablo Jiménez
Desde la cuesta del Portezuelo,
mirando bajo, parece un sueño;
Un pueblito acá, otro más allá
y un camino largo que baja y se pierde.
Allí un ranchito sombreado de higueras
y abajo el tula durmiendo un perro;
Y al atardecer, cuando baja el sol,
una majadita volviendo del cerro.
Y al atardecer...
Paisaje de Catamarca
con mil distintos tonos de verde;
un pueblito acá, y otro mas allá
y un camino largo que baja y se pierde.
Y ya en la villa del Portezuelo,
con sus costumbres tan provincianas;
El camino acá, el tabaco allá,
y en la soga cuelgan quesillos de cabra.
Con una escoba de pichanilla
una chinita barriendo el patio;
y sobre el nogal, centenario ya,
se oye el chalchalero que ensaya su canto.
Agustín Lara
Palabras de mujer que yo escuché
junto de mí, cerca de mí muy quedo,
tan quedo como nunca.
Las quiero repetir para que tú
igual que ayer las digas sollozando,
palabras de mujer.
Aunque no quieras tú ni quiera yo
lo quiere Dios,
hasta la eternidad te seguirá mi amor.
Como una sombra iré, perfumaré tu inspiración,
y cerca a ti estaré también en el dolor.
Aunque no quieras tú ni quiera yo
lo quiere Dios,
hasta la eternidad te seguirá mi amor.
Hasta en tus besos me hallarás,
hasta en el agua y en el sol,
aunque no quieras tú, aunque no quiera yo.
Agustín Lara
Hay en tus ojos el verde esmeralda
que sale del mar
Y en tu boquita la sangre palpita,
que tiene el coral
Y en la cadencia de tu voz divina,
la rima de amor
Y en tus ojeras se ven las palmeras
borrachas de sol.
José Alfredo Jiménez
Por el día en que llegaste a mi vida
paloma querida, me puse a brindar
y al sentirme un poquito tomado,
pensando en tus labios me dio por cantar.
Me sentí superior a cualquiera
y un puño de estrellas te quise bajar;
y al mirar que ninguna alcanzaba,
me dio tanta rabia que quise llorar.
Yo no sé lo que valga mi vida
pero yo te la quiero entregar.
Yo no sé si tu amor la reciba,
pero yo te la vengo a dejar.
Me encontraste en un negro camino,
como un peregrino sin rumbo ni fe
y la luz de tus ojos divinos,
cambiaron mis penas por dicha y placer.
Desde entonces yo siento quererte
con todas las fuerzas que el alma me da;
desde entonces paloma querida
mi pecho he cambiado por un palomar.
Parece que fue ayer
cuando te vi aquella tarde en Primavera
parece que fue ayer
cuando tus manos te tomé por vez primera.
Soy tan feliz de haber vivido
junto a ti por tantos años
soy tan feliz de disfrutar
algunas veces tus regaños.
Parece que fue ayer,
eras mi novia y te llevaba de mi brazo.
Parece que fue ayer
cuando dormido yo soñaba en tu regazo.
Soy tan feliz, pues sigues siendo
de mi vida la fragancia
en nuestro amor nunca ha existido la distancia
Que Dios te guarde por hacerme tan feliz.
G. Monreal
Con una guitarra y un par de platillos,
nació el pasodoble flamenco y cañí;
y dice la historia que fue a su bautizo
el sol y la luna y too elbaicí.
Su cuna fue España, su padre un cristiano,
su madre una reina de raza cañí;
y dice una bruja que vive en el llano,
que fue su padrino el mismo Odilé.
Y por eso el pasodoble es flamenco y español;
yo lo quiero y yo lo llevo dentro de mi corazón.
Pasodoble te quiero, porque llevas en tu alma
lo mejor del mundo entero, pasodoble te quiero,
porque llevas en tus notas
el valor de los toreros.
Pasodoble, te quiero,
porque estando en tierra extraña
tu me traes el recuerdo,
tu me traes el recuerdo,
de aquella madre que tengo en España.
En una mañana de mi Andalucía,
mi buen pasodoble se quiso casar
con la Sevillana, con la bulería,
con la petenera y la soleá,
Las cuatro canciones vestidas de blanco
cantando y bailando se fueron con él;
y cuando a la luna las cuatro llegaron,
el rey de la copla les dio su querer
y en lo alto de las nubes un palacio edificó,
donde vive más alegre que el mismito Faraón.
Pasodoble te quiero...
Longe Daniel y E. Santos
Pecos Bill fue superhombre en todo Texas
y por más que se hable de él no es presumir.
Era el vaquero más temible,
más valiente y más terrible,
invencible era en famoso Pecos Bill.
Ay, ay, ay, ay, ay, ay lo digo yo,
fue el vaquero más auténtico que existió.
Una vez lanzó un ciclón y lo detuvo
y después para domarlo lo montó
y fue tan fácil la faena,
que el ciclón con mucha pena,
convertido en suave brisa se alejó. Ay, ay...
Otra vez que hubo sequía en todo Texas
y la lluvia en mucho tiempo no cayó,
Estando Pecos sin trabajo,
fue por lluvia y tanta trajo
que hasta a México su Golfo le formó. Ay, ay...
Reclinado en una nube sobre Texas
a balazos las estrellas derribó,
mas dejó siempre brillando
sobre Texas vigilando,
un lucero reluciente como el sol. Ay, ay...
Pecos Bill perdió la huella
en el desierto, (agua)
se moría de sed y lo abrazaba el sol (agua)
y cuando estaba medio muerto...
hizo un tajo en el desierto...
Y ese día el Río Bravo construyó. Ay, ay...
Piero
Pedro venía con la mañana a cuestas
pensando en la Juana para la siesta.
Tenía en las manos trigo de lunes
y un amor puro como la tierra (bis)
Se saboreaba un mate largo como el viento,
mi patria es el surco, pensaba Pedro,
soy campesino de campo ajeno
tengo los pies como el camino viejo (bis).
Pedro arado, Pedro tierra, Pedro de la Juana,
Pedro de la guitarra,
Pedro Nadie, Pedro, Pedro. (Bis)
Pedro tomaba vino cabeza gacha,
con los ojos profundos contaba Pedro,
de la Juana, de la chacra,
del arado, de la miseria.
Pedro arado....
Domingo Federico.
Percal...
Te acuerdas del percal?...
Tenias quince abriles,
anhelos de sufrir y amar,
de ir al centro, triunfar
y olvidar el percal...
Percal...
Camino del percal,
te fuiste de tu casa...
Tal vez nos enteramos mal.
Solo se que al final
te olvidaste el percal...
La juventud se fue...
Tu casa ya no esta...
Y en el ayer tirados
se han quedado
acobardados
tu percal y mi pasado...
La juventud se fue...
Yo ya no espero mas...
Mejor dejar perdidos
los anhelos que no han sido
y el vestido de percal...
Llorar...
Porque vas a llorar?...
Acaso no has vivido,
acaso no aprendiste a amar,
a sufrir, a esperar,
y también a callar?...
Percal...
Son cosas del percal...
Saber que estas sufriendo
saber que sufrirás mas
y saber que al final
no olvidaste el percal...
Percal...
Tristeza del percal...
Alfonso Esparza Oteo
Nadie comprende lo que sufro yo
tanto que ya no puedo sollozar,
solo, temblando de ansiedad estoy,
todos me miran y se van.
Mujer, si puedes tu con Dios hablar
pregúntale si yo alguna vez
te he dejado de adorar.
Y al mar, espejo de mi corazón
las veces que me ha visto llorar
la perfidia de tu amor.
Te he buscado por doquiera que yo voy
y no te puedo hallar
para qué quiero tus besos
si tus labios no me quieren ya besar.
Y tú quien sabe por dónde andarás
Quién sabe qué aventura tendrás
que lejos estas de mí.
Que se quede el infinito sin estrellas
o que pierda el ancho mar su inmensidad
pero el negro de tus ojos que no muera
y el canela de tu piel se quede igual.
Si perdiera el arco iris su belleza
y las flores su perfume y su color
no sería tan inmensa mi tristeza
como aquella de quedarme sin tu amor.
Me importas tú, y tú, y tú, y solamente tú,
Me importas tú, y tú, y tú, y nadie más que tú.
Ojos negros, piel canela
que me llegan a desesperar.
Me importas tú...
Agustín Lara
Piénsalo bien muchacha, piénsalo bien,
mira que mi alma se atormenta sin tu amor.
Mira que sufro, mira cómo lloro,
mira que solamente tú sabes lo que sufro yo.
Di, que tus rosales florecieron para mí,
dame la sonrisa que dibuja la esperanza.
Dime que no te perdí, dame el sosiego del alma.
Ven que mi cabaña con la luna pintaré,
contando las horas de la noche esperaré,
piensa mujer, que te quiero de veras,
piénsalo, piénsalo bien.
Onofre Bonilla
Plegaria por un viejo amor
que llevo en mi corazón
plegaria que elevo hacia el cielo
pidiendo consuelo para mi dolor.
En un amor santo nos queríamos tanto
que gozábamos los dos
recorriendo los valles cogidos del talle
con la protección de Dios.
Su risa cristalina su figura fina
cautivaron mi vida y mi amor.
En sus ojasos negros reposó la dicha
de mi corazón.
Jamás podré olvidar el día fatal
que el hado cruel tronchó
la vida de aquel ser
....... de la soledad
Y al recorrer los valles
solitario y triste sin su amor
elevo una plegaria para mi dolor.
Salvador Flórez
Por el río del Colorado
cerca ya del Gran Cañón,
hubo una vez un vaquero
chaparrito y barrigón,
como el perro de tía Cleta
la primer vez que ladró,
le dieron con la cubeta
como le dieron a Tom.
Pobre Tom, pobre Tom,
pobre tonto, pobre tonto, pobre Tom.
Una vez compró un caballo
burriciego y percherón,
pa inscribirlo en las carreras,
lo creyó muy correlón,
y pasaron cuatro meses
de acabada la función
y el vaquero seguía terco
y no arrancaba el percherón.
Pobre Tom, pobre Tom,...
Asaltó una diligencia
y del caballo se cayó,
pa robar no trae licencia,
vámonos pa'el botellón,
se fugó de los sheriffes
y en la hacienda se escondió
y al ratito lo casaron
con la nieta del patrón.
Al primer pleito que tuvo
su mujer lo descontó
y al segundo le dio mate
con tamaño pistolón,
Para siempre lo enterraron
en medio del Gran Cañón,
y tan mala fue su suerte
que el cañón hizo explosión,
Allá arriba en una nube
vive un ángel cachetón,
lo corrieron de los cielos
por chaparro y barrigón
no le dan en los infiernos
cama ni alimentación
porque no encontraron
cuernos de la talla de este Tom.
Poco a poco me voy acercando a ti,
poco a poco la distancia se va haciendo menos
Yo no sé si tu vives pensando en mí,
porque yo solo pienso
en tu amor y en tus besos.
Qué bonito es querer como quiero yo.
Qué bonito entregarse todito completo,
Yo no sé ni pregunto cómo es tu amor.
Porque a ti como a mí
no nos cabe en el cuerpo.
No me digas que no sufriste
que no extrañaste todos mis besos.
No me digas que no lloraste,
algunas noches que estuve lejos.
Poco a poco me voy acercando a ti,
poco a poco se me llenan los ojos de llanto,
qué bonito es llorar cuando lloro así,
por tu amor, junto a ti, y adorándote tanto.
Fernando Valadés
Por qué no he de llorar si solo así descanso,
no hay penas que sin llanto se puedan soportar.
Por qué no he de llorar, si lo que más quería
que fue mi noche y día se acaba de marchar.
Y no voy a tomar porque no soy cobarde
que quiera con las copas las penas olvidar\'85
Por qué no he de llorar, si lo que más quería
que fue mi noche y día se acaba de marchar.
María Greever
Tú, la de los ojazos negros,
la de boca tan bonita,
la de tan chiquito el pie.
Tú, la que eres tan orgullosa,
al saber que eres hermosa,
no me dejes de querer.
Tú, la que al hablar tiene un dejo,
de la tierra que me alejo
para quizá no volver.
Deja que con ilusión loca,
te dé un beso en esa boca
por si no te vuelvo a ver.
Alfredo Le Pera.
Por una cabeza de un noble potrillo
que justo en la raya afloja al llegar
y que al regresar parece decir:
No olvides, hermano, vos sabes
que no hay que jugar...
Por una cabeza, metejon de un día ,
de aquella coqueta y risueña mujer
que al jurar sonriendo, el amor que esta mintiendo
quema en una hoguera todo mi querer.
Por una cabeza todas las locuras
su boca que besa borra la tristeza,
calma la amargura.
Por una cabeza si ella me olvida
que importa perderme, mil veces la vida
para que vivir...
Cuantos desengaños, por una cabeza,
yo jure mil veces no vuelvo a insistir
pero si un mirar me hiere al pasar,
su boca de fuego, otra vez, quiero besar.
Basta de carreras, se acabo la timba,
un final reñido yo no vuelvo a ver,
pero si algún pingo llega a ser fija el domingo,
yo me juego entero, que le voy a hacer.
El trigo entre to'as las flores
ha elegido a la amapola,
y yo elijo a mi Dolores, Dolores, Lolita Lola
Y yo... y yo elijo a mi Dolores
que es la, que es la flor mas perfumada
Dolo, Dolores, Lolita Lola.
Porompopo, poromporomporom pompero
poro poromporomporom pompero porom
porom pom po (bis)
A los ojos de mi cara
les voy a poner un candao
por no ver las cosas raras
de este niño tan chalao
pa no, pa no ve las cosas raras
de Se, de Sevilla costa lao que me,
que me apuntan a mi cara.
Porompompo...
El cateto de tu hermano
que no me venga con leyes
que es payo y yo soy gitano
y tengo sangre de reyes Que es pa,
que es payo y yo soy gitano y te...,
y tengo sangre de reyes en la,
en la palma de la mano.
Sandro
Por ese palpitar que tiene tu mirar
yo puedo presentir que tu debes sufrir
igual que sufro yo por esta situación,
que nubla la razón, sin permitir pensar
En qué ha de concluir el drama singular
que existe entre los dos tratando simular
tan solo una amistad, mientras que en realidad
se agita la pasión que muerde el corazón
y que obliga a callar. Yo te amo, yo te amo.
Tus labios de rubí de rojo carmesí
parecen murmurar mil cosas sin hablar,
y yo que estoy aquí sentado frente a ti
me siento desangrar sin poder conversar.
Tratando de decir, tal vez será mejor
me marche yo de aquí para no vernos más.
Total qué más me da; yo se que sufriré,
pero al final tendré tranquilo el corazón
y al fin podré gritar: Yo te amo. Yo te amo.
José A. Morales
No quiero volver a verte
aunque eso me traiga pena.
Prefiero más bien perderte
que seguir con la condena,
de tenerte y no tenerte,
sabiendo que eres ajena.
Por eso es mejor no verte
aunque me muera de pena.
Yo se que dejar de verte
es como perder la calma,
porque de tanto quererte
se me está enfermando el alma.
Pero entre verte y no verte,
sabiendo que eres ajena,
prefiero más bien perderte
aunque me mate la pena.
E. Pacheco - P. Mata
Sin saber que existías te deseaba,
antes de conocerte te adiviné.
Llegaste en el momento en que te esperaba,
no hubo sorpresa alguna cuando te hallé.
El día que cruzaste por mi camino,
tuve el presentimiento de algo fatal,
estos ojos, me dije, son mi destino
y esos brazos morenos son mi dogal.
Luis Alcaraz - E. Cortazar
Soy prisionero del ritmo del mar,
de un deseo infinito de amar y de tu corazón.
Voy a la playa tu amor a buscar,
a la luz de la luna a cantar mi desesperación.
Quiero llegarte a querer,
en un amanecer de quietud de cristal,
Quiero llegarte a tener,
en un atardecer de inquietud tropical.
Ven mi cadena de amor a romper,
a quitarme la pena de ser prisionero del mar.
Mabel Wayne
En una aldea de España oí
un canto de amor suave, evocador;
una canción de recuerdo si
muy sentimental que empezaba así:
Linda casita pintada de rojo color,
son tus tejas rojo fuego que hablan del amor;
en mi jardín eres tú una flor de lis.
Blanca casita de aldea tu eres para mí,
el nido de mis amores donde conocí,
la dulce dicha que trajo una ilusión;
y al mirar tus rojas tejas sueña el corazón.
Una noche de verano debajo el parral,
mientras una luna llena limaba un cristal;
junto al placer de besar a mi amor lloré.
Ella fue como un suspiro que Dios lo cortó,
silenciosamente puso su amor en mi amor,
Y hoy desde el cielo me mira y al mirar
una estrella solitaria se ve parpadear.
José A. Morales
Lunita consentida colgada del cielo
como un farolito que puso mi Dios,
para que alumbraras las noches calladas
de este pueblo viejo de mi corazón
Pueblito de mis cuitas, de casas pequeñitas,
por tus calles tranquilas corrió mi juventud.
Por ti aprendí a querer por la primera vez,
y nunca me enseñaste lo que es la ingratitud.
Hoy que vengo a tus lares,
trayendo mis cantares
y con el alma enferma de tanto padecer;
quiero pueblito viejo,
morirme aquí en tu suelo,
bajo la luz del cielo que
un día me vio nacer.