Cuco Sánchez
Y tú que te creías el rey de todo el mundo,
y tú que nunca fuiste capaz de perdonar,
y cruel y despiadado de todos te reías,
hoy imploras cariño aunque sea por piedad.
A dónde está tu orgullo, a dónde está el coraje,
porque hoy que estás vencido
mendigas caridad;
ya ves que no es lo mismo amar que ser amado
hoy que estás acabado, que lástima me das.
Maldito corazón, me alegro que ahora sufras;
y llores y te humilles ante este gran amor.
La vida es la ruleta en que apostamos todos
y a ti te había tocado no más la de ganar.
Pero hoy la buena suerte
la espalda te ha volteado;
fallaste corazón, no vuelvas a apostar.
Agustín Lara
Farolito que alumbras apenas mi calle desierta,
cuántas veces me has visto llorando
llamar a tu puerta.
Sin llevarle más que una canción,
un pedazo de mi corazón,
sin llevarle más nada que un beso
friolento y travieso, amargo y dulzón.
Farolito que siempre recuerdas mi tierra lejana,
tú me viste cantar en la noche al pie de su ventana,
tú supiste alumbrar mi ilusión,
con tu luz me bañé el corazón.
Farolito que guardas un beso,
friolento, travieso, amargo y dulzón.
Fiel surtidor de hidalguía
Manizales ruborosa, bajo tu cielo de rosa
canta el viento su alegría.
Tan dulce es la tiranía, que tu belleza reclama
que antes de que yo te amara
mi corazón te quería.
Ay Manizales del alma
ay Manizales de ensueño
con los zafiros del alma
borda de ofrendas un sueño.
Ay Manizales de plata,
ay Manizales de armiño
prende a tu cuello de nácar
el collar de tu cariño.
Coro de fiesta y salero sobre el redondel sonoro
prenden manojitos de oro las carretas del rocío.
Toda la feria es un río de júbilo y azucena
y el sol cierra su faena con banderillas de estío.
Ay Manizales del alma....
Una veredita alegre,
con luz de luna o de sol,
tendida como una cinta
con su lado de arrebol.
Arrebol de los geranios
y sonrisa con rubor,
arrebol de los claveles
y las mejillas en flor.
Perfumada de magnolias,
rociada de mañanitas,
la veredita sonríe
cuando tu piel acaricia.
Fina estampa, caballero,
caballero de fina estampa.
Un lucero que sonriera
bajo un sombrero,
nos sonriera,
más hermoso ni más luciera,
caballero en tu andar, andar
reluce la seda al andar, andar.
Te llevaste a los zaguanes
y a los patios encantados,
te llevaste a las plazuelas
y a los amores soñados,
veredita que se arrulla
con tafetanes bordados,
tacón de chapín de seda
y fustes almidonados.
Es un caminito alegre
con luz de luna o de sol,
que he de recorrer cantando
por si te puedo alcanzar.
Fina estampa ...
Sergio De Carlo
Me hacen daño tus ojos,
me hacen daño tus manos.
Me hacen daño tus labios que saben fingir.
Y a mi sombra pregunto,
si esos labios que adoro,
en un beso sagrado sabrán mentir.
Aunque viva prisionero en mi soledad
mi alma te dirá: te quiero.
Nuestros labios guardan flama
de un beso voraz que no olvidarás mañana.
Flores negras del destino
nos apartan sin piedad.
Pero el día vendrá en que seas
para mí no más, no más.
En los carteles han puesto un nombre
que yo no quiero mirar
Francisco Alegre y olé !
Francisco Alegre y olá !
La gente dice: vivan los hombres
cuando le ven torear
yo estoy rezando por él con la boquita cerrá.
Desde la arena, me dice niña morena
Por qué me lloras, carita de emperadora ?
Dame tu risa, mujer, que soy torero andaluz
y llevo al cuello la cruz de Jesús que me diste tú
Francisco Alegre, corazón mío,
tiende su capa sobre la arena del redondel;
Francisco Alegre, tiene un vestido
con un te quiero entre suspiros que yo le bordé.
Torito bravo, no me lo mires de esa manera
deja que adorne tus rizos negros
con su montera.
Torito noble, ten compasión,
que entre bordados lleva encerrado
Francisco Alegre y olé ! mi corazón.
En mi ventana tengo un letrero
p'a que lo venga a mirar
Francisco Alegre y olé !,
Francisco Alegre y olá !
en el te dice cuanto te quiero
pero que pena me da
por culpa de otro querer
no nos podemos casar.
Desde la arena me dice niña morena
Quién te enamora,
carita de emperadora?
Ya no te acuerdas, mujer,
de este torero andaluz
que lleva al cuello la cruz de Jesús
que le diste tú...
Alberto Domínguez
Bésame tú a mí, bésame igual
que mi boca te besó.
Dame el frenesí que mi locura te dio.
Quién si no fui yo, pudo enseñarte
el camino del amor.
Muerta mi altivez,
cuando mi orgullo rodó a tus pies.
Quiero que vivas sólo para mí
y que tú vayas por donde yo voy,
para que mi alma sea no más de ti,
bésame con frenesí.
Dame la luz que tiene tu mirar
y la ansiedad que entre tus labios vi.
Esa locura de vivir y amar
es solo amor, frenesí.
Hay en el beso que te di,
alma piedad, corazón.
Dime que sabes tú sentir
lo mismo que siento yo.
Quiero que vivas.....
Juan Villadomat y Félix Gorzo
Fumar es un placer genial, sensual.
Fumando espero al hombre que yo quiero,
tras los cristales de alegres ventanales
y mientras fumo, mi vida yo consumo
porque flotando el humo, me siento adormecer.
Tendida en la chaisse-longue, fumar y amar;
ver a mi amante solícito y galante,
sentir sus labios besar con besos sabios,
y al devaneo, gozar con más deseo
cuando sus ojos veo sedientos de placer.
Por eso, estando mi bien,
es mi fumar un edén.
Dame el humo de tu boca,
anda que a mí me vuelves loca;
corre que siento enloquecer de placer,
sintiendo ese calor del humo embriagador,
que acaba por prender
la llama ardiente del amor.