O QUIZÁS SIMPLEMENTE

Hoy corté una flor, y llovía y llovía,

esperando a mi amor, y llovía y llovía,

presurosa la gente, pasaba, corría

y desierta quedó la ciudad pues llovía,

yo me puse a pensar tantas cosas bonitas

como el día en la playa cuando te conocía

como jugaba el viento con tu pelo de niña

y que suerte, que suerte, tu mirada en la mía.

Cuando llegues mi amor, te diré tantas cosas

quizás simplemente te regale una rosa,

Porque yo corté una flor, y llovía y llovía,

esperando a mi amor, y llovía, y llovía

que me alegre tu canto, que me alegre tu risa

que me alegre en silencio tu mirada y la mía.

Nos iremos charlando por las calles vacías

nos iremos besando por las calles vacías.

Y yo te iré contando tantas cosas bonitas

como el día en la playa cuando te conocía

cómo jugaba el viento con tu pelo de niña

y que suerte, que suerte, tu mirada en la mía.

Cuando llegues mi amor, te diré tantas cosas

o quizás simplemente te regale una rosa,

o quizás simplemente te regale una rosa,

o quizás simplemente te regale una rosa,

nos iremos charlando por las calles vacías

nos iremos besando por las calles vacías.

Y yo te iré contando...

 

 

 

OJOS ESPAÑOLES

Son como el mar,

como el azul del cielo y como el sol,

son del color

del clavel cuando empieza a despertar.

Son algo más

que las estrellas al anochecer,

olé, olé, los ojos de la española que yo amé.

Yo fui feliz mirando aquellos ojos de mi amor,

yo nunca vi, ni en el arco iris su color.

Son algo más

que las estrellas al anochecer.

olé, olé, los ojos de la española que yo amé.

que tanto amé y que nunca olvidaré.

 

 

OJOS NEGROS

Yo vendo unos ojos negros,

quién me los quiere comprar?

Los vendo por hechiceros

porque me han pagado mal.

Más te quisiera, más te amo yo

y todas las noches las paso

suspirando por tu amor.

Ojos negros, traicioneros

por qué me miráis así

tan alegres para otros

y tan tristes para mí.

Más te quisiera...

Cada ves que tengo penas

me voy a la orilla 'el mar

a preguntarle a las olas

si han visto a mi amor pasar

Más te quisiera...

Las flores de mi jardín

con el sol se descoloran

y los ojos de mi negra

lloran por el bien que adoran.

Más te quisiera...

 

 

 

OJOS TAPATIOS

José F. Elizondo y F. Méndez

No hay ojos más lindos en la tierra mía

que los negros ojos de una tapatía.

Miradas que matan, ardientes pupilas,

noches cuando duermen, luz cuando nos miran.

En noches de luna, perfumes de azahares,

en el cielo estrellas y tibios los aires;

y tras de la reja cubierta de flores,

la novia que espera temblando de amores.

Y al ver esos ojos que inquietos esperan,

apagan sus luces las blancas estrellas;

los aires esparcen aromas mejores

y todas las flores suspiran de amor.

Por una mirada de tan lindos ojos

estrellas y flores padecen enojos;

los aires suspiran, el cielo se apaga

y en el alma vaga la queja de amor.

 

 

 

OJOS TRISTES

Guti Cárdenas

Tienen tus ojos un raro encanto;

tus ojos tristes como de niño

que no han sentido ningún cariño;

tus ojos dulces como de santo.

Ay, si no fuera pedirte tanto

yo te pidiera vivir de hinojos,

mirando siempre tus tristes ojos,

ojos que tienen... ojos que tienen

sabor de llanto.

 

 

OROPEL (Vals)

Jorge Villamil

No vuelvas a decir jamás

que has triunfado en la vida

en cosas de fortuna o en cosas del amor.

Porque si apuestas una vez

y pierdes la partida tú juegas la ruleta

en las vueltas locas juegas oropel.

Si apuestas al amor cuántas traiciones

cuántas tristezas, cuántos desengaños.

Te quedas cuando el amor se aleja,

como en las noches negras,

sin luna y sin estrellas

Amigo, cuánto tienes, cuánto vales

principio de la actual filosofía

amigo no arriesgues la partida.

Tomemos este trago, brindemos por la vida.

Brindemos por la vida, que todo es oropel.

 

 

OTRA VEZ

Tata Nacho

Quiero ver otra vez

tus ojitos en noche serena;

quiero oír otra vez

tus palabras calmando mi pena;

quiero ser otra vez

el que inquieta la paz de tus sueños,

con la voz amorosa

de un cariño borracho de ensueño.

Y quisiera, sobre todo,

un poquito de esperanza;

tu te has vuelto muy esquiva,

muy dada a la desconfianza.

No hay razón, dulce bien

que me trates como a un extraño,

siempre soy el que he sido,

no me pagues con un desengaño.

Mira, nena, me harías mucho daño.